Hoy hemos terminado de ver lo que nos quedaba, o al menos lo que teníamos pensado ver. Ginza, Roppongi, Ikebukuro y una última visita a Akihabara. No hemos visto gran cosa en total, ya que en un sólo día y con el cansancio acumulado, tampoco se puede pedir mucho más.
Ginza es una zona que se basa en tiendas pijas, algo de ambientillo, sitios para comer y cosas así.
Roppongi, típico territorio de extranjeros y de sitios para salir de fiesta.
Hemos estado un rato en el cementerio de Aoyama, con sus tumbas de piedra, sus gatos, y las tumbas recién lavadas.
Ikebukuro es una especie de Shibuya II, donde abundan japonesas de buen ver y un buen puñado de tiendas (y el Buho).
Finalmente, hoy en Akihabara de paso para voler, el tráfico en la calle principal estaba cortado, por lo que hemos visto cantidad de gente haciendo karaoke por las calles. Es el ambiente más freak de los que hemos visto en estos días por Tokyo.
Mañana nos toca el pequeño viajecito de vuelta, que sólo serán unas 14 horas embutidos en un cigarro de metal a 12 kilómetros de altura. Pero bueno, nos toca en uno de los 747-400 de la JAL.
Será cuestión de darle caña al GTA 😛